¡Hola, amigos! Aquí les traigo otro posteo pensado especialmente para ustedes, mis estudiantes de español avanzado, que quieren mejorar su comprensión auditiva.
Esta vez, elegí un audio auténtico donde una psicóloga mexicana nos habla sobre el hábito de quejarnos. Imaginen que están en México y ella les cuenta todo esto directamente. La manera casual y regional de hablar de la psicóloga hace que este audio sea perfecto para practicar cómo entender el español en situaciones reales.
Como siempre digo, no se preocupen si no captan cada palabra o expresión: lo importante es entender el contexto general y las ideas principales. Junto con este posteo, les enviaré un documento especial en Google Docs para que puedan seguir practicando.
Si quieren, pueden ver el video original completo aquí, subido el 12 de abril de 2021: https://www.youtube.com/watch?v=uSzF9nCF_Ko.
Ahora sí, escuchemos el audio y leamos la transcripción. ¡Espero que lo disfruten!
IMPORTANTE: Este sitio web es exclusivamente para fines educativos y está dirigido sólo a mis estudiantes. Aunque mi sitio web está disponible en internet, el contenido es de uso privado para mis alumnos. No tengo la intención de infringir ningún derecho de autor y siempre proporciono enlaces a las publicaciones originales. Siempre adapto estas obras con un enfoque educativo, sin fines comerciales.
¿Qué es lo que nos lleva a nosotros a que comencemos a quejarnos? Pues existen muchísimas razones. ¿No?
Ya sabemos para qué lo hacemos, pero necesitamos saber por qué lo adoptamos o por qué lo utilizamos. Una de ellas es porque lo hemos aprendido. Desde chiquitos, escuchamos a nuestros padres, a nuestros amigos o a algún familiar que se quejan y se quejan. Entonces nos parece algo común, algo normal, y lo adoptamos como si esto fuera algo así, normal.
También es porque generamos un hábito, ¿no? Como ya lo aprendimos después nos damos cuenta que es fácil, ¿no? Llevarlo a cabo. Está padre. No enfrentamos las cosas que tendríamos que enfrentar y solamente nos quejamos y entonces se convierte en un hábito.
Otro también puede ser porque llegamos a ser muy exigentes o muy perfeccionistas. Queremos que las cosas se hagan de determinada manera y si no, o salen de ellas, nos enojamos y tenemos una expectativa hasta acá de nuestras acciones o de los demás. Y si no se cumplen, comenzamos a quejarnos.
Porque nos rodeamos con personas que se quejan mucho. Entonces, es como si nos contagiaran en esa queja y nosotros también comenzamos a quejarnos mucho. Pero entonces, ¿qué sentido tiene quejarnos?
¿Sabías que la queja sí tiene una función en el ámbito psicológico? Vamos a llamarle, que es la queja positiva. Y es positiva, porque es un recurso que utilizamos para exteriorizar nuestras emociones y pensamientos negativos. Por lo tanto, también nos ayuda a desahogarnos de todo aquello que ya traemos como una carga.
También la utilizamos como un mecanismo, una herramienta para bajar la intensidad de ese pensamiento que nos tiene atrapados o que nos tiene muy abrumados. Muestra lo que no nos gusta y si es bien guiada, por lo tanto, en el término o en el ámbito psicológico, nos ayuda a la búsqueda de soluciones. También nos ayuda a liberar la tensión y a recibir apoyo en el momento en el que nos estamos quejando.
Entonces, por eso le decimos que es la queja que le vamos a llamar positiva o queja que nos ayuda a hacer algo para dejar de quejarnos, buscar soluciones a aquello que nos quejamos.
Pero viene la queja que es negativa. La queja que no nos ayuda en mucho y esta es porque nos empieza a afectar de manera emocional, de manera negativa, emocionalmente. Nos inmoviliza, nos paraliza. Sólo nos obliga a quejarnos, quejarnos y estar en ese círculo de constante queja sin buscar ninguna solución.
Comienza a surgir la amargura en este tipo de queja. La negativa. Viene el sufrimiento. Viene acompañada de sufrimiento.
Te ayudan a eximir tus responsabilidades, a decir yo no soy responsable de hacer nada y son los demás. Alimentas la frustración, la rabia, el enojo.
Creamos un ambiente con quien nos relacionamos. Y es este un ambiente negativo, donde ya después cuesta trabajo relacionarse. Y como te decía, lo más importante es que este tipo de quejas se mantiene en queja. No te deja salir de ahí, simplemente, ni buscar ninguna solución.
Pero entonces queremos saber qué hacemos si nos quejamos mucho de manera negativa.
Y lo principal es reconocer y aceptar que nos estamos quejando y tomar la responsabilidad de generar un cambio. Algo que puedes realizar es contar las veces en el día en las que lo haces, para así tener un registro y decir: ¿Todo el tiempo me estoy quejando, o es específicamente por algo que me quejo? Y así poder tener un análisis más preciso del por qué de la queja. También lo que puedes hacer es analizar tu sistema de creencias, el cómo deberían hacerse las cosas, cómo a ti te gustaría que fuesen, cómo deberías ser tratado, qué debería hacer la gente y por qué, etc.
Otra cosa un poquito más práctica es que cuando comiences a quejarte y ya te hayas dado cuenta que te estás quejando, trates de buscar una solución a aquello por lo que te quejas. Siempre hay una solución, aunque nosotros pensemos que no la hay.
Cuando te estés quejando, agradece en vez de quejarte. No sé. Te estás quejando por el gobierno, agradece que tienes un gobierno.
Sé que es difícil, pero eso puede ayudarte para que la queja pueda ser reducida. La queja también está en nuestro tono de voz. Por eso, cuando te expreses, trata de hacerlo no como en un tono de queja, sino como un tono de tal vez disgusto, pero con conciencia de lo que estás haciendo.
Para que la queja pueda ser transformada de queja negativa a queja positiva, y tengas muchísimos más recursos que a ti se te acomoden mejor o que tú sientas que sean más funcionales para ti, te recomiendo que vayas a terapia psicológica. Esto te va a ayudar muchísimo porque va a ser algo guiado.
No vas a estar solo en el proceso para dejar de quejarte o comenzar a encontrar soluciones a las cosas que te molestan o te disgustan.